El desencanto político -de muchos que, incluso, no se encantaron primero- lleva, entre otras cosas, al aumento del voto en blanco. El voto en blanco es un voto democrático -ahí queda el voto nulo o el de partidos anti-democráticos para los que no lo sean- pero insatisfecho. ¿Insatisfecho con qué? ¿Con el sistema en sí? ¿Con la ideología de todos los partidos que se presentan?
En unas elecciones como las catalanas, en las que el elenco de partidos difícilmente podía ser mayor, creo que el voto en blanco es difícil de justificar. Hay partidos nacionalistas, no nacionalistas, independentistas, progresistas, conservadores... Y todos se pronuncian sobre muchísimos problemas. Es evidente que es imposible estar de acuerdo en todo con alguno; pero sí es posible sentirse, a grandes rasgos, identificado.
Hay que ser capaz de sacrificar los matices. Y no me refiero al voto útil. Simplemente creo que hay que tener razones muy poderosas para optar por el voto en blanco cuando la democracia ofrece, como en este caso, tantos partidos, de los cuales, incluso, muchos con fuerza mediática ni siquiera tienen representación en el Parlament.
Las elecciones catalanas son, a pesar de muchas cosas, una buena ocasión de celebrar la democracia.
"Hay que ser capaz de sacrificar los matices."
ResponderEliminarMe la guardo, creo que la usaré dentro de poco. Por cierto, hoy he contado tu teoría de la utilidad del híbrido entre sinceridad y literatura. Y te la han comprado.
Buenas...
ResponderEliminarLara, dentro de tu comentario has dado un buen motivo... para votar en blanco: la falta de fuerza mediática. Si ya hay partidos con fuerza mediática que no tienen representación... ¿cómo van a conseguir nada los que no la tienen? ¿De qué sirve votar a ese partido con el que te sientes identificado si es seguro que por falta de fuerza mediática no va a obtener representación? O más aún, ¿cómo sentirte identificado con un partido si apenas sabes nada de él por su falta de fuerza mediática?
Y por cierto, ¿se puede llamar a lo que tenemos democracia cuando se están excluyendo la mayoría de los partidos de una lucha limpia y democrática, al ser casi totalmente ignorados por los medios de comunicación?
En fin, Lara, que no hay nada que celebrar este domingo, sólo hay un trabajo que hacer. Acudir a las urnas para exigir una democracia que no tenemos.
Un saludo,
Querido Ocol:
ResponderEliminarTe agradezco mucho tu comentario.
La falta de fuerza mediática de algunos partidos frente a otros no me parece un motivo para no votar. Si hay algún partido sin fuerza mediática al que un ciudadano cree que habría que darle voz, debe empezar por darle su voto. El voto en blanco no va a cambiar nada.
¿De qué sirve votar a un partido que no va a obtener representación? El voto es la expresión de una voluntad, no una apuesta. Me has recordado a una anécdota que me contó un amigo: en las primeras elecciones, su abuela fue a votar y no votó al partido que ganó. Cuando salieron los resultados, exclamó: "¡vaya! ¡No he acertado!" El voto es una apuesta por un proyecto; no por un acierto. Y, como todo proyecto, el de un partido puede fallar o no.
En cuanto a la identificación con un partido sin fuerza mediática, en una sociedad en la que Internet es una de las principales fuentes de información y en la que todo el mundo puede expresarse a un mínimo coste -tu blog y el mío son prueba de ello-, me parece difícil de creer que haya un partido incapaz de transmitir su ideología a sus posibles votantes.
En cuanto al caso omiso que se le haga a algunos partidos en ciertos medios de comunicación, sí: eso desacredita la democracia. La prensa puesta al servicio de la política puede llegar a ser un síntoma de que la democracia está en estado crítico. Sin embargo, no creo que ése sea el caso de España. ¿De verdad crees que la situación es tan grave como para deslegitimar nuestra democracia?
Por último, quiero manifestar mi preocupación por tu afirmación de que no tenemos democracia. En un país en el que hemos pasado 40 años sin ella, deberíamos usar con cautela ese tipo de acusaciones al sistema. Sin duda, hay cosas que fallan y nuestra democracia dista mucho de ser perfecta; pero no de ser democracia.
Espero haber contestado a todas tus preguntas.
Un saludo,
Querida Lara: el sábado por la mañana escuché por la radio la agenda del día de seis de los líderes de los partidos que se presentaban a las catalanas. El día de reflexión. Que uno iría al cine, otro al fisio, otro con su familia... total 5 minutos de basura sobre unas elecciones que, en Ciudad Real, que es donde se escuchaba la emisora, ni nos va ni nos viene.
ResponderEliminarY seguro que lo repitieron varias veces ese día.
A Ciudadanos en blanco esa misma emisora, nacional, no le ha dedicado nunca un sólo segundo, incluso habiéndose presentado ya en dos elecciones generales en la provincia.
Y el resto de los medios, en la práctica, lo mismo: total ausencia de información o alguna mención marginal, puntual y brevísima, frente a una campaña 24x7 que dura ya 30 años, de los partidos oficiales del Sistema.
¿Que no es tan grave? Pues claro que lo es. A poco que uno lo piensa, a poco que uno abre los ojos a la realidad, resulta obvio que los medios de comunicación están al servicio de la partitocracia y, en consecuencia, que sin libertad de información... tampoco hay democracia.
Y por cierto, ¿cuánta gente usa Internet, en España, para cuestiones políticas, "como nosotros"? ¿Un uno por mil? ¿Un uno por ciento, siendo optimistas?
Pues para el resto, no sólo es imposible transmitir las ideas de un partido, es que en general es imposible hasta transmitir su existencia.
Y en esas condiciones, pienso que votar a un partido minoritario es tirar el voto a la basura. Antes, voto en blanco para protestar por la falta de democracia. Y antes que eso, intentaré sacar adelante un voto en blanco computable, para lo mismo pero con más opciones de tener algún efecto y poder así cambiar las cosas.
Así lo veo yo, Lara.
Un saludo cauteloso,